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  • Nicolás Rodriguez Hernández

Otra noche negra en Europa

Esta vez fue el Manchester United el encargado de ‘cargarse’ al Barça en una nueva eliminatoria europea para olvidar. La afición blaugrana se sigue preguntando qué le pasa al club en las noches importantes.


Nicolás Rodríguez Hernández

Getafe 24/03/2023

 

El pasado siempre vuelve o más bien nunca se olvida, y si no, que se lo digan al Barça y sobre todo, a Xavi, que desde su llegada ha caído dos veces consecutivas en dieciseisavos de Europa League. Ya no es casualidad la pesadilla que amarga las noches intersemanales a los culés, más bien es una asignatura pendiente que ni entrenador ni jugadores han sabido revertir. Por no decir que ya ni Laporta se salva de las desgracias europeas del club, que muchos atribuían a la anterior directiva.


En Europa, con este Barça, uno ya no sabe qué falla.

El Barcelona se presentaba en Manchester con la moral por las nubes tras un gran inicio de año. Con el Madrid a 8 puntos en liga, el conjunto azulgrana solo pensaba en trasladar sus buenas sensaciones a la competición europea para seguir soñando con el ansiado título continental, que sigue sin llegar desde 2015. Tras un partido loco en la ida, ambos equipos igualaron tablas y dejaron toda la carne en el asador para el partido de Old Trafford. Eso sí, sin Gavi ni Pedri, el ancla del centro del campo del Barça esta temporada. Es muy significativo que un equipo que se ha dejado más de ‘150 kilos’ para traer a Raphinha, Lewandowski y Koundé, siga dependiendo de dos chavales para poder hacerle frente a sus rivales. Aunque en Europa, con este Barça, uno ya no sabe qué falla.


La primera parte del conjunto de Xavi hacía confiar a sus seguidores en un pase a octavos, e incluso con cierta superioridad. Nada más lejos de la realidad, fue un completo espejismo que se disolvió con un segundo tiempo indigno de un equipo europeo. Sin sangre, sin garra y sin intensidad. Sería fácil culpar a Sergi Roberto por fallar una clara ocasión al filo del descanso, que hubiera cambiado el devenir del encuentro, o lamentarse por la última oportunidad en las botas de Lewandowski que Varane repelió de forma imperial. Sin embargo, a uno ya no le quedan ganas de buscar excusas para saber por qué el equipo se viene tan abajo en competiciones europeas.


Esperemos que vuelvan. Que regrese aquel equipo dominador que era infalible en Europa, con una defensa sólida, los mejores centrocampistas del mundo y delanteras que han pasado a la historia.

Es triste, sí. Todo empezó en el Calderón tras la orejona lograda en Berlín y el adiós de Xavi. Después le siguió la Juve. Luego lo de Roma, con la ‘MSN’ en su esplendor y un Barça arrollador en liga. Y tras eso, una consecución de desastres europeos que han convertido al club en el ‘hazmerreír’ del viejo continente. Sobre todo Liverpool, donde la renta goleadora tras la ida invitaba al culé a soñar con la sexta, y un córner para la historia siguió la tradición. Se llegó a pensar que el 2-8 del Bayern ya era el tope al que se podía llegar, con uno de los partidos más lamentables de la historia del Barcelona. Pero tras eso, han llegado nada más y nada menos que dos eliminaciones en fase de grupos de Champions, y no contento con ello, dos eliminaciones de los dieciseisavos de Europa League. Ya es costumbre y casi que me atrevo a decir que ni es raro e incluso ni duele. De hecho, el próximo “reto” es caer en la Conference League y, visto lo visto, no lo quiero ni pensar.


Esperemos que vuelvan. Que regrese aquel equipo dominador que era infalible en Europa, con una defensa sólida, los mejores centrocampistas del mundo y delanteras que han pasado a la historia. Equipos tocados por la varita mágica del ‘tiki-taka’ que controlaba el esférico como nadie. Aquellas temporadas en las que un empate como visitantes se consideraba un descalabro, cuando en la era actual es un buen día bajo el sol. Insisto, ya no es problema de Xavi, de los jugadores o de la directiva, es problema de ADN y de un espíritu competitivo que, de forma inexplicable, este club ha perdido. Con Messi o sin él ,hemos caído eliminados. Veremos pues qué depara el final de la temporada para estos chicos, porque ahora tocan tres clásicos en un mes y un sprint final en liga para amarrar el título, que si me apuras sigo dudando que esté sentenciado.

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