Claudia Murillo Rivera*,
Madrid, 19/01/2022
Tras el estreno de la primera temporada de la serie de Netflix en 2020, “Emily en París” se ha convertido en una producción que nos ha robado los corazones con la versión más idealista de la ciudad de las luces, quizá como en algún momento lo hizo “Gossip Girl” con Nueva York. Con el estreno de la segunda temporada el pasado 22 de diciembre, Emily ha vuelto a París y a llenar los corazones de luces.
Fuente: El País
Sin embargo, ese es exactamente el objetivo de la serie: mostrarnos la ciudad de París bajo la mirada del estadounidense medio. Pocas veces habíamos visto tantas tomas de la capital francesa desde los episodios parisinos de “Gossip Girl” o el final de “El diablo viste de Prada”. Pero son tomas cargadas de estereotipos parisinos y del propio París. La reseña del medio francés Les Inrocks describe al París de la serie como “Ah Paris, la ville Lumière, le Moulin Rouge, Coco Chanel, les baguettes, et la ratatouille...”. Asimismo, para el medio Sens Critique, la serie no tiene lugar en París, si no en “la misma ciudad que Amelie Poulain”, una especie de lugar donde cada calle se vuelve pintoresca. En general, para la crítica francesa la serie representa un París que solo es moda, romance y croissants, donde a los propios parisinos les cuesta reconocer su día a día en las imágenes que proporciona la serie.
Un París que tiene los ideales de belleza, encanto y elegancia que cambian la suerte de sus visitantes y residentes residuales. Sin embargo, la visión de Netflix intenta a veces apartar el romanticismo y mostrar una parte menos dulcificada de la capital francesa, con sus personajes antipáticos y la frialdad con la que se establecen relaciones entre los personajes.
Fuente: Emily-Vogue España, Carrie Telva
“Gossip Girl” fue la serie que consiguió el mismo ideal que “Emily en París” pero en la ciudad de Nueva York. Para muchas personas, el vestuario de Emily Cooper se habría inspirado en gran medida en el vestuario de Blair Waldorf, uno de los personajes principales de la serie neoyorquina. Más allá de ciertas similitudes físicas y sus gustos por la moda, hemos podido ver ciertas semejanzas en la vestimenta de estas dos chicas que reflejan dos de las grandes ciudades. Por ejemplo, el abrigo en tweed verde de múltiples bolsillos que luce Emily que vimos por primera vez en la pasarela Resort 2020 de Chanel, es similar al abrigo-capa en un tono verde con doble abotonadura, grandes solapas y bolsillos dobles que luce Blair.
Asimismo, “Sexo en Nueva York” y Emily en París comparten creador, Darren Star, y estilista, Patricia Field. Por lo que hay semejanza entre varios de los looks que los personajes llevan en ambas series, como la falda de tul que lleva Emily en “Femenina y masculina” que rinde homenaje a la de color menta que lleva el personaje de Carrie Bradshaw en “Una chica americana en París”.
Fuente: Emily-Vogue España; Audrey-ABC
Otra de las grandes inspiraciones de Emily en París es Audrey Hepburn, como podemos ver en la semejanza entre el look que Emily llevó para la visita a la Ópera de París en la primera temporada y el icónico look que llevó la actriz de “Desayuno con diamantes” en “Una cara con ángel”.
A pesar de las críticas, Emily en París se ha convertido en uno de los grandes éxitos de Netflix y la plataforma ha optado por dar una respuesta a esta audiencia, anunciando de golpe su renovación para una tercera y cuarta temporada. Por lo que sí, nos quedará París para fantasear en sus elegantes tópicos durante una buena temporada.
*Claudia Murillo Rivera es, a fecha del artículo, estudiante de segundo curso de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la UC3M. También es Vicesecretaria de Moda de la Asociación de la Prensa de la misma universidad.