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  • Foto del escritorIrene Merayo Alba

Entrevista a Antonio Pampliega

Actualizado: 6 nov 2022

“Ibai es el resultado de muchos años de tirar por la borda lo que es el periodismo, y a mí me da pena”

Irene Merayo Alba*,

Madrid, 01/12/2021


Antonio Pampliega, madrileño de 39 años, es un periodista freelance especializado en zonas de conflicto, donde ha cubierto numerosas guerras, como la de Afganistán o la de Siria, lugar donde fue secuestrado en 2015 por una rama de Al Qaeda y permaneció retenido 299 días.


Charlamos con él sobre periodismo y redes, las cuales él, en los últimos meses, ha utilizado con un fin muy especial.



P: ¿Qué significa ser periodista? ¿Hay que incomodar?

R: Para mí ser periodista es ser los ojos de aquellos que no pueden ver y la voz de aquellos que no pueden hablar. Ser periodista es contar al mundo lo que está ocurriendo o están sufriendo otras personas, intentar que consigan empatizar. Es ir a un lugar, ver lo que ocurre allí y volver para poder contarlo.

Hay que incomodar, claro, la función del periodista es esa. Es que, si la gente está en su casa a las tres de la tarde tranquilamente, ponerles las imágenes de las guerras para que se retuerzan en sus asientos y les siente mal la comida. Nosotros no somos Walt Disney, nuestra función es contar mundo tal como es, con sus cosas buenas, que las tiene, pero también con sus cosas malas.


P: ¿Crees que esta función se está respetando a día de hoy?

R: No. El periodismo a día de hoy yo creo que ha dejado de ser periodismo, por lo menos lo que se entiende como periodismo. El periodismo ahora mismo es un espectáculo, donde a una imagen curiosa, que llame la atención, le dan más minutos y más tiempo que lo que está ocurriendo por ejemplo en Afganistán con las mujeres y los talibanes. Eso es una cosa que yo no entiendo, a mí cuando estudiaba periodismo me repetían hasta la saciedad que el periodismo no es entretenimiento. Creo que a alguien se le ha debido olvidar eso o no ha pasado por la misma facultad de periodismo que yo. No estamos para entretener a la gente, no somos un circo.


P: ¿Nos están sobrepasando las nuevas formas de periodismo como el que hace, por ejemplo, Ibai?

R: Para mí Ibai no es un periodista. Yo imagino que si tú a Ibai le dices que es periodista lo mismo se ríe en tu cara, y te dirá: no soy periodista, soy comunicador. Porque comunica muy bien y ha conseguido llegar a la gente como no lo consiguen los medios. Ibai no es periodista, pero ha tomado la función del periodismo, porque durante muchos años periodistas que sí que lo son se han cargado la profesión. El ejemplo lo tienes en que Gerard Piqué o Leo Messi prefieren ir a hablar con Ibai a ir a cualquier programa deportivo, porque no se fían de los periodistas y no creen en el periodismo. Ibai es el resultado de muchos años de tirar por la borda lo que es el periodismo, y a mí me da pena.


P: ¿Y habrá un resurgir?

R: No, al final lo que yo veo es que vosotros, es decir, las nuevas generaciones, vais a tener que tomar el modelo de Ibai porque el periodismo que todos conocemos como tal está muerto, no va a llegar a ningún lugar. Ese periodismo que os enseñan en la facultad se acabó, ni existe, ni es rentable, entonces vamos a aprender todos a ser Ibai. Y tiene sus cosas buenas pero también sus cosas malas. Porque Ibai, aunque comunique muy bien no sabe de determinados temas, porque no sale de su habitación. El periodismo vive de la gente que está en la calle hablando con unos, con otros, cogiendo una historia, otra historia… y él no. Él lo hace muy bien, pero hace muy bien sus cosas. Entonces yo no soy muy optimista con esto.


P: ¿Cualquiera puede ser periodista, a cualquiera se le puede calificar como tal?

R: Tendemos muy rápido a calificar quién es periodista y quién no. Para mí un título no te hace periodista, para mí periodista es alguien que vive la profesión, ya seas abogado, ingeniero de telecomunicaciones o enfermero. Yo soy periodista de carrera, yo no he aprendido absolutamente nada en la facultad, lo he aprendido en la calle. El ejemplo más claro es Miguel Gil, que cubrió la Guerra de los Balcanes en los años 90 trabajando para Reuters y para AP como cámara freelance, y llegó a tener un premio Rory Peck, los Oscars del mundo del freelance. Lo asesinaron en Sierra Leona en 2001, en una emboscada mientras trabajaba para la agencia AP. Pues él era abogado de carrera, él aprendió el oficio estando con los demás en Bosnia y en la Guerra de Yugoslavia. Pero es periodista, a mí me encantaría llegar a ser como él porque le admiro.


P: ¿Cómo conviven las redes sociales con el corresponsal en el extranjero?

R: Las RRSS están muy bien porque a los periodistas sobre el terreno nos dan una inmediatez que de otra forma no tendríamos. Yo puedo ver una cosa en Siria, la tuiteo, y eso es mucho más rápido que esperar a la edición digital, que lleva su tiempo. ¿Qué es lo malo de esto? Que los medios de comunicación se han dado cuenta de que a Twitter se sube todo, y si lo pueden bajar gratis sin pagar un duro, ¿para qué me van a comprar a mí imágenes? Porque eso es otra cosa que hacen, les encanta descargar gratis y no pagar derechos de autor. ¿Que la calidad es poca? Si da igual, hemos convertido los informativos en entretenimiento. Es más importante una imagen super potente de un atentado a que la imagen esté bien hecha o que haya un contexto detrás.


P: Además de esto está el sensacionalismo y el clickbait.

R: Yo eso no lo entiendo ni lo entenderé nunca. Yo todas las mañanas lo primero que hago en la cama es meterme en todos los periódicos, y te das cuenta de que el 90% de las noticias son gilipolleces, pero pasa porque lo que buscan los medios es el clickbait. Lo que vende al final es eso. Yo no entiendo que se pondere una información por el número de veces que la gente ha clicado y no por su calidad. Yo he trabajado en guerras, y podría haber sido amarillista, pero una de las cosas que siempre me marqué es el respeto a la víctima, porque el día de mañana yo puedo ser víctima. Hay líneas rojas que no paso. Hago la foto pero nunca la enseño, me la guardo para mí porque el día de mañana puede haber juicios por crimenes de guerra por ejemplo como parte de la historia y parte de la documentación gráfica para posibles consecuencias legales. Pero yo sinceramente no lo entiendo.


P: Tú has utilizado tu Twitter como un arma potente.

R: Me parece normal que alguien no quiera tener redes, pero si ese alguien es periodista no me parece tan normal. Lo que pasa en cualquier parte del mundo tú lo sabes al instante en Twitter, antes de que salga el urgente en las agencias, entonces como periodista lo necesitas para estar informado.

Mi Twitter lo utilicé gracias a Dios en agosto para sacar a mucha gente de Afganistán. Si lo sabes usar bien no solo es un arma potente sino un arma que salva vidas. En mi caso, el hilo que yo hice para Nilofar ayudó a que ella y su marido llegasen a España. Y a través de ese hilo me estuvieron contactando muchísimos más afganos, y yo intenté hacer lo que pude. Twitter si se usa bien es un arma muy potente, lo que pasa es que no se usa bien.


P: Muros de pago, ¿sí o no?

R: Yo los considero bien. Al final el periodismo o los medios de comunicación tienen que acabar sobreviviendo. El periodismo tendría que ser igual que las razones por las que surgieron plataformas como Spotify. El periódico en papel morirá cuando muera la gente mayor, así que el lector que quiera leerme, que pague por esa información. Creo que es el futuro del periodismo, y así también dejaríamos de depender de grandes empresas y emporios que son los que manejan los medios de comunicación y sus informaciones. Lo hace el New York Times, ¿por qué nosotros no podemos? El NYT contrata a periodistas, y nosotros hacemos EREs y contratamos a becarios que cobran cuatro veces menos. Esto es a corto plazo, porque la gente lo que busca es calidad. ¿Por qué en papel se cuida todo mucho más que en Internet?

El problema de los medios es que pensaban que podrían vivir toda la vida así. En el momento en que algo es gratis ya no se lo puedes quitar a la gente. Yo creo que eso ha sido un error del que no sé si conseguirán levantar cabeza.

 

*Irene Merayo Alba es de El Bierzo, en León. A fecha del artículo, es estudiante de tercer año de Periodismo y Comunicación Audiovisual bilingüe en la Universidad Carlos III.

Twitter: @irenemerayo


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