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  • Foto del escritorJordi Moya i Gallardo

EUPHORIA: una lupa a la Generación Z

Actualizado: 9 nov 2020

Jordi Moya*

10/04/2020


En estos días de confinamiento, como mucha gente, estoy aprovechando para ver series y películas que tenía pendientes. Porque si para algo está sirviendo este parón es para ponernos al día en todo lo que nos gustaría haber hecho antes. Hoy mismo me he acabado de ver Euphoria (HBO) y me ha llamado la atención la forma que tiene de retratar la juventud actual.

Euphoria es tremendamente explícita en lo visual y nos muestra la crudeza de la vida de una adolescente desde muchas perspectivas. Las drogas tienen un papel esencial en la serie, y no me sorprende porque no es nada nuevo relacionar la juventud con las drogas. Sin embargo, lo que creo que es un gran acierto es que van más allá de mostrar la cara amble de las drogas. Este tipo de sustancias no están solo cuando la gente sale de fiesta y al día siguiente tienen una resaca enorme y ya está, las drogas están en nuestra rutina. Se muestra que las drogas pueden hacer que pierdas todo. Así, también se relata la crisis de los opiáceos, uno de los mayores retos que los Estados Unidos debe hacer frente en estos años y que no solo afecta a los más jóvenes.


Algunos pueden pensar que el profundo tratamiento que se hace de las drogas puede llegar a incitar a los jóvenes, pero yo considero que se hace desde una posición donde se muestran las terribles consecuencias que pueden tener. De la misma forma, nunca se debe olvidar que es una serie de ficción y todo lo que vemos, aunque está a la orden del día en la juventud, aparece de forma condensada y comprimida, siempre llegando a los extremos.

Otro aspecto que trata en profundidad son las relaciones y el sexo entre los jóvenes. Creo que la óptica realista que se adopta hace que salgan a la luz comportamientos desgraciadamente usuales en la actualidad. Por ejemplo, se muestran las consecuencias del hecho que el porno sea la referencia que muchos jóvenes utilizan para tener sexo. Así, se puede apreciar como los personajes masculinos tienden a la agresividad sin control mientras el placer de la mujer no se tiene en cuenta y se deja en un segundo plano.


Además, como no podía ser de otra forma, lo que caracteriza a la Generación Z también es la conectividad, las redes sociales y el móvil. Tanto es así que los mensajes que se envían los personajes es un elemento esencial de la trama de la serie, ya que también aparecen escritos de la misma forma en que lo escribiría un joven en la actualidad, porque como escribimos es parte de lo que somos. También vemos en repetidas ocasiones un hábito más de nuestra generación que son los llamados “nudes”. Según un estudio publicado el pasado julio por el New York Post, casi el 40% los jóvenes estadounidenses de entre 18 y 22 años envían imágenes provocativas o desnudas de sí mismos. De esta manera, se plasma muy bien esta realidad y las consecuencias y riesgos que el “sexting” puede acarrear.


Finalmente, la sexualidad también es otro rasgo que identifica a los jóvenes de hoy en día, ya que como se dice en la serie se vive la sexualidad como un espectro y no como algo inamovible y estable. Así, se vislumbran relaciones afectivas de todo tipo, pero también se muestra que, aunque se es más abierto en este tema, hay otros aspectos como la presión por dejar de ser virgen que siguen presentes.


En definitiva, a través de esta serie se pueden entender parte de los problemas que muchos jóvenes tienen que afrontar hoy en día. No obstante, tampoco la catalogaría como una serie para adolescente porque creo que nos hace reflexionar sobre la sociedad que somos ahora y la que queremos ser en el futuro.


*Jordi Moya es, a fecha del artículo, estudiante de primer año de Periodismo y CA bilingüe en la UC3M, así como Vicesecretario de Actos y Salidas de la Asociación de la Prensa de la universidad.

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