El experto en Derecho Juan Coupeau mostró sus preocupaciones en torno a ella en TEDxUC3M.
Jorge Ferreño
Getafe, 22/09/2022
La globalización no es un fenómeno reciente, pues ya puede hablarse de ella si se hace alusión al descubrimiento de América por Colón en 1492 o a la primera vuelta al mundo por Elcano y Magallanes, de la que recientemente se han cumplido 500 años. Sin embargo, su dimensión actual se entiende a partir de los años noventa, tiempo en el que ha prometido tanto efectos prometedores como desesperanzadores, así como oportunidades para enriquecerse, ideas que parecen no haber sido bien aclaradas a la población general.
Esta problemática es la que el experto Juan Coupeau expuso durante que sería la tercera ponencia en la primera edición de TEDxUC3M de este curso académico. Tras una extensa introducción histórica al concepto de Estado y ley, Coupeau quiso centrar su discurso en el de globalización, ejemplificando “la falta de coordinación entre estados en un mundo interconectado” con las duras restricciones impuestas por algunos países durante la pandemia de la COVID-19, la piratería, la trata de seres humanos o el cuidado del medio ambiente: “De poco sirve que hablemos de los beneficios de la globalización si la Unión Europea planifica una reducción emisiones de CO2 mientras otros países incrementan las suyas”.
Coupeau contempla así una falta de comunicación entre gobiernos y gobernados, entre la ley y la sociedad civil en cuanto a este fenómeno global que puede afectar a los derechos de todos y todas, planteando soluciones como el fomento en los estudiantes del pensamiento crítico y conciencia de la presente desinformación, así como una llamada a la acción de ignorar los prejuicios de las anteriores generaciones dirigida a los más jóvenes: “ Octavio Augusto fue un joven enfermizo del que se presuponía su inmadurez, pero finalmente fue elegido como heredero por su inteligencia y visión de futuro”.
Además, el experto tuvo algunas palabras para sus compañeros de profesión: “El Derecho sigue sin encontrar el lenguaje adecuado que posibilite el acercamiento a la población general.” Y es que las leyes pueden ser respetuosas y legítimas con los derechos reconocidos, pero también pueden fallar como ya lo han hecho durante ocasiones en la historia. De ahí, según Coupeau, la importancia de saber utilizar “el lenguaje que nos une”.
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