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  • Leire Marián Molina

¿Me cambio de carrera?


Leire Marián Molina,

17/02/2021, Madrid


Acabas el instituto y tienes ante ti la importante (y para algunos, imposible) tarea de decidir qué vas a estudiar, hacia dónde vas a encaminar tu vida. Sin presiones. Pero ¿qué pasa si no eliges bien a la primera? ¿Qué pasa si no entras en la carrera que era tu pasión por unas ínfimas décimas? Todos sabemos que existe una posibilidad: el cambio, y aun así despierta en muchos un sano temor que puede venir de diferentes fuentes, mas puede ser solucionado con una muy sencilla: la debida información. Y, ¿quién mejor para tranquilizar a esos estudiantes confusos que aquellos que una vez lo fueron? Este artículo es una síntesis de lo que es el cambio de titulación en la UC3M desde el punto de vista humano, con las experiencias de alumnos que bien saben lo que conlleva.


Son muchas las posibles razones para cambiar de titulación. Uno de los casos más comunes (y aparentemente, más sencillos) es el que implica pasar de un grado simple a uno doble que lo englobe o viceversa. Puede ser que en un primer momento te decidas por un doble grado guiado por consejos de profesores, amigos o familiares, aun interesándote tan solo uno de los estudios. Te dicen que son dos carreras en una, que tan solo es un año más, que te abrirá más salidas. No obstante, alumnos que se metieron en una doble titulación por estos motivos acaban por pasarse a la simple de la que realmente les gustaba. Dice una ex estudiante de Periodismo y Comunicación Audiovisual: “Si lo que realmente me gusta es Comunicación Audiovisual, ¿por qué tengo que andar haciendo otra cosa?”. Esta chica desmiente además que el doble grado sea realmente “más” y, como otro entrevistado que siguió su mismo itinerario, celebra la cantidad de optativas a las que tiene acceso en el simple. Y es que la falta de optativas y el hecho de que a veces se dé más peso a una de las dos titulaciones son factores a tener en cuenta. También está el caso de los que de un grado simple pasan al doble para complementar su carrera con otra, bien por un nuevo interés bien porque era lo que en un principio querían hacer, pero la nota no les permitió.


Las seis personas preguntadas coinciden en que el cambio fue a mejor y ninguno se arrepiente de su decisión. Sin embargo, esto solo se ve pasado el tiempo y, como a todos, en el momento de elegir, les asaltaron miedos y dudas. Algunos de ellos son: el estigma que parece haber hacia los que estudian un solo grado en vez de dos, a nivel laboral el perder salidas, empezar de cero de nuevo… O, como confesaba una alumna que se cambió no solo de estudios sino también de facultad: “me daba más miedo quedarme”.


Aparte de la natural incertidumbre ante el cambio están las dificultades que pueden surgir durante y después del proceso. Los trámites se encuentran en la web de la universidad y se pueden consultar en Secretaría Virtual. Un alumno hacía notar que al principio parece más difícil de lo que realmente es y la mayoría recuerda que fue bastante intuitivo. Siempre se puede contactar con la universidad para más información.


Nos encontramos con varias posibilidades (en todas ellas es importante tener en cuenta los plazos). Por un lado, si lo que se quiere es abandonar una de las carreras del doble grado, hay un proceso específico para ello. Por otro, si lo que se busca es comenzar un grado distinto, hay dos opciones. La primera es que se te reconozcan los 30 ECTS mínimos necesarios para la admisión de la solicitud (aunque se tendrá que abonar el 25% de las tasas del total de créditos reconocidos por cada reconocimiento). Por esta vía, la asignación de plazas se hará acorde a un baremo que tiene en cuenta la nota de acceso a la universidad (fase obligatoria de la EvAU) y el expediente universitario. No obstante, puede pasar que no se lleguen a convalidar los 30 ECTS necesarios. En ese caso se puede echar la solicitud de plaza universitaria por preinscripción, contando únicamente la nota de la EvAU.


Dependiendo también del itinerario de cada uno hay más o menos problemas con las convalidaciones. Si los grados eran similares te puedes encontrar cursando asignaturas tanto de primero como de segundo, es cuestión de mirar horarios para cuadrar el propio. A pesar de la carga lectiva que pueda suponer, los entrevistados recomiendan cursar todas las posibles para no ir arrastrando.


En cuanto a cómo afecta cambiar de carrera a la hora de pedir Erasmus, lo único que hay que tener en cuenta es si se tienen los créditos necesarios. También según los créditos matriculados se podrá optar a beca del MEC (ya que tiene como requisito la progresión académica). Por tanto, conviene prever esta situación y matricularse en el número de asignaturas que se necesite.


En definitiva, los cambios de grado son muy usuales y aunque planteen ciertos quebraderos de cabeza vale la pena planteárselos. Como apuntaba un estudiante, tantear es importante para muchas personas. Sin embargo, hay que tener en cuenta las razones por las que uno toma la decisión, se tiene que estar seguro de ello y haber dado una oportunidad a los estudios que se pretende abandonar ya que lo más probable es que en todas las carreras haya asignaturas que sean una decepción, pero hay que pensar a largo plazo (¿qué es lo que tengo que estudiar para aquello a lo que me quiero dedicar? en vez de simplemente: ¿qué quiero estudiar?) y actuar en consecuencia.

 

* Leire Marián es estudiante de tercer año de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la UC3M. Escritora, le apasiona contar historias.

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