Todo lo que no contiene un diploma; todo lo que se le escapa. Sexo, amor y fiestas. Dura realidad. Fracasos y aciertos. Decepciones con un regusto dulce. Experiencia y aprendizaje. La manera adecuada de vivir la juventud, ¿alguien la conoce?
David Paredes Serrano
Madrid, 20/12/2022
La etapa universitaria, punto de inflexión en la vida
Es desde su comienzo hasta su final una etapa en la que definiremos en gran parte quién y qué queremos ser como adultos.
Es el primer momento de la vida en que nuestra individualidad, con la forma de vida que traemos de la adolescencia, la insertamos en un grupo social fuera de nuestro entorno. Adquiriendo roles en él, testando nuestras ideas, compartiendo pensamientos, equivocándose y aprendiendo. Será un proceso de maduración por el que adquirimos consciencia de diversos elementos.
Qué debería aportar la etapa universitaria
La Teoría de Chickering; o lo que son siete parámetros. Siete vectores que indican el grado de desarrollo de una identidad entre los 18 y 24 años. Y es probablemente la teoría que explica cuales son las cuestiones que un universitario debería responder al acabar la carrera.
Competencias. Se ha de tener presente que la capacidad intelectual no es simplemente pasar las pruebas o la capacidad de memorizar. Es también ser capaz de poner en práctica los conocimientos. Es la capacidad de aportar en un área tanto a nivel intelectual, social e interpersonal.
Gestión de las emociones. Supone controlar los sentimientos. Teniendo consciencia de sus emociones, los estudiantes se comportarán ante determinadas situaciones con endereza, y comparecerán ante la sociedad con solvencia.
Desarrollo de la autonomía y la interdependencia. Este parámetro se liga a la autosuficiencia para construir compromisos, adoptar comportamientos y responsabilidades siendo capaces de no renunciar a ellas frente a posibles presiones negativas. Como un padre que desanima a su hijo. Pero también es el desarrollo de la otra cara de la moneda: apoyar al resto y valorar sus esfuerzos.
Desarrollo de relaciones interpersonales. En la universidad los jóvenes conviven diariamente con iguales tanto del mismo signo como de otro diferente. En materia de sexo, culturas y edades y de diferentes ideas y valores. Es el desarrollo de la aceptación y la tolerancia de las diferencias individuales, incluyendo el establecimiento de relaciones íntimas, y de gestionar especialmente la relación con personas cuya sociabilidad es antagónica a la de uno mismo y saber cuándo plantarse.
Establecimiento de la identidad. Es la autoaceptación en un sentido integral: apariencia, género y orientación sexual, continuidad de la identidad en diferentes situaciones e integración. Asimismo, es la respuesta de cada uno a la apertura cultural que supone la universidad, y de los lugares del mundo por los que se va pasando.
Desarrollo del propósito. Los jóvenes establecen sus metas de futuro por las cuales velarán por cumplir. Durante la época universitaria, los jóvenes se muestran curiosos ante el mundo del trabajo, convirtiéndose en la fase primaria del desarrollo individual, la cual no siempre va a conllevar con seguridad a lograr lo fijado.
Desarrollo de la integridad. Debe ser entendida como la clarificación, honestidad y congruencia de los estudiantes con un conjunto de valores.
A los ojos de todos está. Un grado universitario no es del todo solvente dando respuesta a cuestiones como ¿Qué legado queremos dejar en el mundo?¿Con qué actitud queremos afrontar la realidad que se nos presente? ¿Quién queremos ser a nivel social? ¿A qué grupo de persona queremos pertenecer? ¿Quién queremos que nos ame? Tal vez la utilidad del grado es que te den el título y ya. Y a lo mejor tiene que ser así, o esencialmente así. Porque no parece buena idea tener un profesor de la UC3M que nos corrija y evalúe al responder por nosotros a esta serie de preguntas que nos plantea la vida.
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