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  • Ciro Gutiérrez Hernández

Círculos viciosos

Actualizado: 6 nov 2022

O del conflicto en Europa

Ciro Gutiérrez Hernández*,

Madrid, 04/03/2022

“Quisiera hacer lo ayer, pero introduciendo un cambio” “No meta cambios, ucraniano, que anda el jefe por ahí”. Esto es un fragmento de una conversación escuchada, entre el Presidente Zelenslki y uno de sus asesores de comunicación, el día veintitrés de febrero de este año. El cambio en cuestión: reclamar la receta de la llamada “ensaladilla rusa” como invento ucraniano y renombrarla como “ensaladilla eslava”. El resto es ya historia. Al día siguiente, la Federación de Rusia invade Ucrania, lanzando un ataque en múltiples frentes dando comienzo así a una nueva guerra en Europa. Resaltar de nuevo que esto está pasando en Europa. No en Oriente Medio, ni en Latinoamérica, ni en algún remoto lugar de África. No, no: en Europa, en nuestro Continente. Un conflicto de estas dimensiones requeriría de un análisis extenso, con profundización, desarrollo en múltiples frentes y conclusiones elucubradas. Es por ello que me gustaría centrarme en dos aspectos.

El primero de ellos es el factor económico. Y, en mi opinión, es el más importante junto con el segundo, el cual trataremos más tarde. ¿Por qué? Varias razones. Si nos fijamos en los datos de PIB de Rusia* de 2020 por sectores, encontramos que el sector primario y secundario suman menos de la mitad (33,69%)* de este. Es decir, que el PIB de Rusia está compuesto, en su mayoría, por el sector de los servicios (56,27%) y por una cuantiosa economía sumergida (11%). ¿Qué supone esto? Las sanciones europeas anunciadas por los altos representantes de la Unión, pueden dejar en serios problemas a la economía rusa. Uno de estos síntomas lo podemos encontrar en la devaluación de su moneda, el rublo, el cual se situaba en un cambio de valor de 1₽ por 0,011€** el 24 de febrero, mientras que tras el anuncio de sanciones se devaluó hasta la cifra de 0,083€**, y actualmente se encuentra en un valor de cambio de 0,074€**. Además, han sido congelados los activos de los grandes magnates rusos en Europa (importante mencionar que Suiza, territorio históricamente neutral, se ha unido a la aplicación de estas sanciones) lo que ha provocado que estos no puedan disponer de ellos y se den casos como el del dueño del Chelsea Football Club, Roman Abramovich, quien ha puesto en venta el Club y tiene negado el derecho a residir en el Reino Unido. En otro orden de cosas, Rusia, por si no fuese poco, se ha llevado un nuevo revés en uno de sus fuertes: el suministro de gas, del cual muchos países de la Unión eran dependientes, ha dejado de ser un elemento de peso, al haberse explorado, confirmado y activado la vía del gaseoducto argelino y la utilización de España como país conversor, almacenador y distribuidor de gas. Jaque a Putin, por enésima vez. Veremos cómo es capaz de solventar Rusia y sus líderes este nuevo problema y si son capaces de recuperar una de sus bazas de mayor influencia.

Por otro lado, otra de las claves del conflicto eslavo es la posición de los actores “secundarios” y por “secundarios” me refiero a los grandes jugadores de la partida: Estados Unidos en el bando Ucraniano, y China, en el bando Ruso. Las posiciones y los movimientos que hagan estas dos potencias son cruciales para dilucidar el desenlace del enfrentamiento así como las futuras consecuencias y efectos. Ya hemos podido ver alguna reacción por parte de la administración americana, la cual ha reforzado el envío de suministros, tanto bélicos como económicos, a Ucrania y la importación de un mayor número de soldados a los países cercanos al lugar del conflicto, lo cual intensifica la presencia de la OTAN en los alrededores. Presión indirecta. Sin embargo, en China, sólo oímos una cosa al estilo Albert Rivera: el silencio. Si bien estos han evitado hacer declaraciones sobre el conflicto, muchos son los rumores sobre la opinión del gigante asiático y de distinto calado. Algunos arman que estos no están conformes con la toma de decisiones del Presidente Putin, mientras que otros lo ven como una oportunidad de futuro (Taiwán) y aprueban su gestión. A la espera de declaraciones oficiales, lo único seguro es lo siguiente: el verdadero e importante conflicto es entre EEUU y China, quienes una vez más, al estilo Guerra Fría, utilizan marionetas para probarse y medirse sin entrar en conflicto directo, Veremos los resultados. Otro actor secundario, aunque casi principal, es la UE. Esta, quien empezó afrontando el conflicto divido, ha salido más cohesionada que nunca y ha dado un paso de gigante que a saber cuánto tiempo se tardaría en dar en otras circunstancias. Putin se ha encontrado con una respuesta unánime y firme, frente a la floja y divida esperada. De nuevo, jaque. Además, cuenta con la mala noticia del rearmamento de Alemania con una inversión histórica de más de cien mil millones de euros en desarrollo de sus fuerzas armadas.

No es la situación ideal para el desarrollo de las políticas que la UE está pudiendo llevar a cabo, sin embargo, y dadas las circunstancias, estas son necesarias para avanzar en el proyecto comunitario. Quizás Putin al comienzo no tan lejano de su aventura en Europa quiso jugar al mus lanzando un órdago con la invasión de Ucrania, y todo pinta que se ha descubierto que no tiene nada para “la grande”. O sí.

 

**Los datos de cambio de valores están extraídos del siguiente enlace: https://www.google.com/search?q=rublo&rlz=1C1ZKTG_esES778ES780&oq=ruvlo&aqs=chrome.1.69i57j0i10i131i433l 4j0i131i433j0i10i131i433l3j0i131i433.3695j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8

 

*Ciro Gutiérrez Hernández es, a fecha del artículo, estudiante del primer curso de Economía en la UC3M.


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