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  • Ciro Gutiérrez Hernández

L’Orage

Actualizado: 6 nov 2022

Ciro Gutiérrez Hernández*

Madrid, 18/02/2022

Háblame de la lluvia y no del buen tiempo porque se escuchan tambores de guerra en Europa. Y no, no hablo de la caliente frontera entre Ucrania y Rusia: hablo de un lugar que si de algo sabe es, precisamente, de olores, un lugar también fraccionado (¿más que España?) en el terreno político. L'Hexagone se prepara para afrontar dentro de unos meses, cuatro para ser precisos , una de las citas más importantes, no sólo para el futuro de este, sino para Europa, quien mira con recelo, incertidumbre y nerviosismo, el desenlace de semejante evento electoral.

Incertidumbre es el término que más se aproxima al pensamiento que ronda la cabeza de nuestros compatriotas comunitarios y que, aquí, sin embargo, no le damos la magnitud que merece. Hay demasiado en juego: muchos candidatos (¿con planes muy diferentes?) que buscan aplicar durante cuatro largos años en el corazón del continente europeo sus ideas de país. Los proyectos que lideran los candidatos son tanto modernos como conocidos, es decir, presentan ideas con apariencia de nuevas, y de innovadoras, poco. Porque desde mi punto de vista todo se reduce a una cosa, los candidatos.


Según los datos que podemos encontrar a día de hoy hay, oficialmente, seis candidatos (1), al haber cumplido estos con los quinientos avales, otorgados por cargos políticos, requeridos para presentarse a las elecciones presidenciales. Estos serían: Valérie Pécresse, situada en primer lugar, representando a Los Republicanos (PPE), con mil novecientos cuarenta y cinco avales* a sus espaldas; Emmanuel Macron, en segundo lugar y actual Presidente de Francia, en representación de La République En Marche! (RE), presenta a fecha de hoy mil trescientos cuarenta y cinco avales*; Anne Hidalgo, quien ocupa la tercera posición por parte del Parti Socialiste (PES), ha conseguido un total de mil setenta y cuatro* avales; Natalie Arnauth en cuarta posición, a la cabeza de Lutte Ouvrière (Sin representación europea), que presenta quinientos veintinueve avales; Fabien Roussel por quinto lugar, representando al Parti Communiste Français (GUE/NGL), quien presenta al igual que el cuarto puesto quinientos veintinueve avales; Jean Lassalle, quien completa el conjunto de avalados en sexto puesto, liderando el partido Résistons! (Sin representación europea), habiendo superado la barrera de los quinientos avales, con quinientos tres presentados.

Saltan a la vista varias cuestiones: la relación entre la estimación de voto de las encuestas publicadas hasta la fecha y los candidatos con avales no tiene sentido aparente; muchos candidatos con grandes estimaciones de voto no han conseguido aún los avales necesarios; no hay un claro favorito para salir victorioso de los comicios que se aproximan. Vamos por partes. Si echamos un ojo a las encuesta, nos encontramos con que los candidatos con un mayor número de apoyos son Macron (24’5%[2]), Le Pen (16’5%[2]), Zémmour y Pécresse (14’5%[2]) y Mélenchon (10’5%[2]), lo que nos indica que solo dos de estos cinco candidatos poseen los avales necesarios para presentarse, aunque por el contrario mantienen un alto apoyo popular (¡entre los tres suman un 41’5%[2] del voto!). Asimismo, cuatro de los seis candidatos avalados (Hidalgo, Arnauth, Roussel y Lassalle) no suman juntos ni el 10% (2) de la estimación de votos. Algo falla. Bien sea la desconexión entre la ciudadanía y los representantes políticos o bien las encuestas. El tiempo dirá. Por otra parte, resulta curioso ver cómo la derecha francesa es capaz de reunir una gran suma de estimación de voto y la izquierda, la cual presenta más candidatos que sus adversarios ideológicos, no es capaz de remontar los malos vaticinios electorales.

*Media de encuestas desde el 1 de diciembre hasta el 15 de febrero ofrecido por El Electoral

Si nos fijamos en el gráfico, la estimación de voto para los candidatos de izquierda sólo aumenta en el candidato del Parti Communiste Français, se mantiene en Mélenchon y desciende en el resto. Una curiosidad, en el caso de la candidata del PS resulta llamativo que esta obtenga un 2% (2) de voto cuando no hace tanto (cinco años), el partido que representa, era el poseedor de la Presidencia Nacional bajo el mandato de François Hollande. Particular, cuanto menos. Por otra parte, resulta interesante y recomendable seguir la pelea por el aparente segundo puesto que se disputa entre Pécresse, Le Pen y Zemmour, no solo por saber quien es el supuesto candidato que acompañará a Macron a la segunda vuelta, sino también por apostar si será capaz de tumbar al actual Presidente francés.

Datos analizados, queda la tarea de reflexión. Cierto es que aún quedan cincuenta y un días hasta que se desenlace el primer asalto de estas elecciones, sin embargo la tensión ya se empieza a mascar. Quedan por resolver varias incógnitas como si la izquierda será capaz de remontar y situar, al menos, un candidato en la segunda vuelta; si cabe la posibilidad de un segundo acto con el Presidente actual fuera de este (y si se da ese suceso, quiénes serían los candidatos); si el extremismo de derechas es capaz de canalizar el descontento social en un mayor número de votos a sus ya engrosadas listas, etc. No nos olvidemos, que nuestros vecinos norteños funcionan con un sistema diferente al nuestro en lo que respecta al funcionamiento legislativo: si bien en España es el Congreso quien elige a los Presidentes y al Gobierno de la Nación, en Francia son los ciudadanos quienes eligen directamente al Presidente (quien luego designa a antojo y placer su gabinete) y al Parlamento, con una alternancia de dos años. ¿Qué quiere decir esto? Muy sencillo: el Presidente electo no tiene garantizada la estabilidad de gobierno y puede ver su mandato sometido a otras fuerzas políticas externas a las formantes del gabinete de presidencia. En cuanto al tema del ascenso de la ultraderecha en Francia, qué decir. ¿De verdad no lo esperábamos? Aquí en España tras las recientes elecciones de Castilla y León se ha visto claro quién es el único beneficiado de toda la contienda: VOX. Así en España como en Francia, estos partidos políticos están sabiendo canalizar a la perfección el exponencial crecimiento del descontento social, quizás con una mayor eficacia en Francia, ya que los dos candidatos ultraderechistas suman la friolera de un 31% (2) de voto. Total, casi nada. Mentiría si dijera que no siento el gusanillo por ver cómo los candidatos piensan torear las diferentes adversidades a las que se van a enfrentar en la campaña: crisis internacional, revuelta de los chalecos amarillos, creciente aumento de la inflación en la zona comunitaria, la alta tensión con Mali, etc. En mi humilde opinión, les recomendaría un recibimiento a porta gayola: que le echen un par y adelante.

 

(1) Los datos de los avales por candidato han sido extraídos del siguiente enlace: https://presidentielle2022.conseil-constitutionnel.fr/les-parrainages/parrainages-valides-par-candidat.html (2) Los datos de la estimación de voto a los candidatos han sido extraídos del siguiente enlace: https://www.leparisien.fr/elections/presidentielle/presidentielle-2022-tous-les-sondages-de-la-campagne-avec-notre-tableau- de-bord-18-10-2021-UF3ZNEN5TNFRDLUD5DOFX2UGMQ.php

 

*Ciro Gutiérrez Hernández es, a fecha del artículo, estudiante del primer curso de Economía en la UC3M.



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