Es un win-win que mutila los principios de cualquier pueblo civilizado
Diego Estrada Suárez
Madrid 20/12/2022
De entre todos los delitos que puede cometer un político en el ejercicio de sus funciones, la malversación es uno de los más graves. Es una infracción deleznable, un robo desalmado, una apropiación de fondos que le han sido confiados a razón de su cargo. Es una de las formas más extendidas de corrupción política en España y, gracias a las negociaciones en curso entre ERC y el PSOE, se está planteando una rebaja en su castigo.
Son políticos reformando uno de los delitos que más cometen los políticos [...]. No deja de tratarse de un intercambio de favores grotesco.
Lo que está encima de la mesa es la desnaturalización de la propia malversación: se quieren reducir las penas y modificar el propio concepto del delito. Nada fijo y definitivo, pero los rumores y las posturas de los partidos son suficientes para ponernos a temblar. Son políticos reformando uno de los delitos que más cometen los políticos, donde legislador y beneficiario son la misma persona. No deja de tratarse de un intercambio de favores grotesco: presupuestos por leyes a medida. Decía Mess Myerson que “el cómplice del crimen de la corrupción es nuestra propia indiferencia”. En este caso el PSOE es copartícipe de suavizar y mostrar complicidad con el saqueo del erario. El mismo partido que se autoproclamó adalid de la lucha contra la corrupción años atrás, es ahora el que favorece a malversadores.
Aunque sea un traje a medida para los corruptos catalanes del golpe de 2017, los mismos que usaron dinero público para costearse un referéndum ilegal, uno es malpensado y piensa que esta futura reforma también tiene color rojo. Color del partido de José Griñán, expresidente de Andalucía y condenado por la mayor trama de corrupción de la historia de España (el caso ERE) que podría verse beneficiado también por esta negociación y reducir su pena o evitar su entrada en prisión. Igual hasta el propio Sánchez ya le mandó a lo Bárcenas un SMS de apoyo: “Pepe, sé fuerte”.
La complicidad con la corrupción tiene estas cosas. [...] La no existencia de lucro personal no impide que siga tratándose de un hurto.
No obstante, la ley no es individual, sino general. En contra de lo que piensa Podemos, todavía hay jueces que la aplican siguiendo estrictamente principios básicos del derecho penal. Al igual que con la Ley del "Solo sí es sí", al modificar las penas, habrá una actualización de condenas. La justicia es ciega y quién sabe si podríamos ver a corruptos confesos beneficiándose de este recorte de la figura penal de la malversación. Sería justicia poética ver beneficios penitenciarios para personas tan denostadas por la izquierda como Bárcenas o Urdangarin. La complicidad con la corrupción tiene estas cosas. De nada valen los intentos argumentativos de ERC y PSOE para justificar esta negociación tan espuria. La no existencia de lucro personal no impide que siga tratándose de un hurto.
El sistema político que tenemos es un mercado persa donde se intercambian todo tipo de favores, una plaza de abastos en la que tenemos multitud de ofertas. Desde la elaboración de leyes a medida hasta el trueque de presos por presupuestos. El poder político pone en bandeja la tijera para destrozar el Código Penal y ellos se aseguran sus poltronas una temporada más. Es un win-win que mutila los principios de cualquier pueblo civilizado.